Los modelos de gestión por competencias gozan de un importante prestigio entre los profesionales de las organizaciones debido fundamentalmente a la necesidad de los modelos de gestión de recursos humanos de adaptarse a las nuevas estructuras organizativas caracterizadas por una mayor flexibilidad y a la emergencia de un modelo productivo caracterizado por las altas demandas de conocimiento.
En este contexto no es de extrañar que las organizaciones demanden de la universidad el desarrollo de estas competencias en sus titulados. La universidad no ha sido ajena a esta demanda y en el marco de las diferentes convenciones europeas sobre la convergencia de la educación superior en el año 2010 (Sorbona, 1998, Bolonia, 1999, Salamanca-Göteborg, 2001, Praga, 2001, Graz y Zürich, 2002 Berlín, 2003, Bergen, 2005) se ha desarrollado el proyecto Tuning (Tuning Education Structures in Europe) que, entre otras cosas, define un conjunto de competencias que los universitarios deben adquirir complementariamente a sus habilidades técnicas. A través del proyecto Tuning se definen 30 competencias agrupadas en torno a 3 grandes categorías: instrumentales, interpersonales y sistémicas.
- Las competencias Instrumentales hacen referencia a habilidades cognitivas, metodológicas, tecnológicas y lingüísticas.
- Las competencias Interpersonales están relacionadas con habilidades sociales de interacción social y cooperación.
- Por último las competencias Sistémicas comprenden habilidades que conciernen a sistemas complejos, lo que requiere una combinación de entendimiento, sentido y conocimiento (adquiridas previamente las competencias instrumentales e interpersonales).
A nivel nacional, a través de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA) se han creado los Libros Blancos donde se detallan las competencias genéricas y específicas a cada titulación universitaria, tomando como referencia las competencias definidas en el Proyecto Tuning (Tuning Europa, 2000). Y a nivel internacional, más allá del proyecto europeo, diferentes aproximaciones se han desarrollado en USA (p. e. U.S. Department Of Labor, 1991) o Australia (p.e. NCVER, 2003).
Sobre los anteriores trabajos las universidades han tratado de establecer qué competencias eran más demandadas por las organizaciones en general (p.e. Universia, 2007) o por titulaciones (p. e. UPC, 2005, UMH, 2006) y complementariamente están llevando a cabo diferentes programas con el objetivo de desarrollar competencias en los alumnos y favorecer así su inserción laboral. Por ejemplo la Universidad Autónoma de Madrid lleva a cabo desde el año 2005 un programa para los alumnos de último curso de sus titulaciones en el que a través de sistemas e-learning les facilita el desarrollo de competencias transversales. También la Universidad de Cantabria desde el año 2007 desarrolla una iniciativa similar.
Sin embargo, a pesar de los diferentes esfuerzos realizados nos encontramos en un contexto en el que no existe un listado único comúnmente aceptado que permita a las universidades centrar en qué competencias focalizará el desarrollo de sus alumnos.
Si quieres saber más acerca de esto puedes pedirme sin problema el informe técnico en el que se basa este post.
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